La pedriza...
principado todo terreno sin fin, desde el dominguero
despistado, hasta el pico mas retorcido, desde la pared más vertical, hasta
algún paseo entre sombras y riachuelos para montañeros aburridos, trepadas para
intrépidos, descubridores de rincones y rincones recorridos, especies
centenarias, buitres cabríos, museo de animales megalíticos, siempre abierto: No
se paga entrada..... "no tocar": prohibido!!!.
País de lagartijas, de pies de gato, de arneses y de poetas desconocidos.
Océano de contrastes, desde mares de granito a paredes de pizarra imposibles, sumergidas en tierras desvirgadas y escaladas hasta el cielo, cumbres amarillas, verdes silencios, estrelladas noches de paseos eternos siempre distintos.
La pedriza es un isla que
rodea el infinito.
...... nos citamos con el otoño como mas nos gusta, y convertimos el sudor en aguaceros, rachas empinadas de viento empaparon fragancias de jara, de tierra mojada, que envolvieron nuestros pasos húmedos, entre risas y resbalones, entre ponchos y coordenadas de nubes vivas, grises y arroyuelos, menudo laberinto de sensaciones en el corazón de la Pedriza, es cierto tiene algo....que te hace sentir vivo.
